¿Sabías que la música no solo nos divierte, sino que también puede ayudarnos a aprender y a conectar con nuestros sentimientos? Hoy te traigo una actividad de musicoterapia que puedes hacer en clase con tus alumnos para trabajar su desarrollo emocional, social y cognitivo de una manera súper divertida.
Objetivo de la Actividad:
Usar la música para mejorar la concentración, la comunicación, la coordinación y la expresión emocional de los niños. Además, les ayudará a disfrutar de un ambiente relajado y colaborativo.
Materiales Necesarios:
- Instrumentos musicales sencillos (panderetas, maracas, tambores, etc.)
- Un altavoz o reproductor de música
- Papel y lápices de colores
- Espacio libre para moverse (puede ser en el aula o en el patio)
Pasos para la Actividad:
1. Calentamiento Musical (5-10 minutos)
Comienza la actividad poniendo una canción divertida y animada. Los niños se moverán al ritmo de la música, y puedes guiarlos para que hagan movimientos con los brazos, las manos o los pies. Si tienes instrumentos, reparte uno a cada niño (maracas, panderetas, etc.), y pídeles que toquen al ritmo de la canción. El objetivo aquí es soltarse y empezar a concentrarse en los sonidos
2. El Juego de las Emociones con la Música (10-15 minutos)
En esta parte, el objetivo es ayudar a los niños a identificar y expresar sus emociones a través de la música. Reproduce varias canciones de diferentes estilos: una tranquila, una alegre, una más lenta y melancólica, y otra rápida y energética.
Cada vez que cambies la canción, pídeles que se expresen con su cuerpo según la emoción que la música les evoque. Por ejemplo:
- Canción tranquila: los niños pueden caminar lentamente por el salón, con movimientos suaves.
- Canción alegre: ¡a bailar! Que se muevan con energía.
- Canción melancólica: pueden moverse despacito, con gestos que reflejen tristeza o tranquilidad.
- Canción rápida: que se muevan rápidamente, saltando o corriendo.
3. Creación de una Orquesta en Grupo (15-20 minutos)
Ahora que ya han jugado con el movimiento y las emociones, vamos a formar una pequeña orquesta en clase. Da a cada niño un instrumento diferente (pueden ser los que ya usaron o algo que hayas creado con material reciclado como cucharas y tazas).
El objetivo es que los niños toquen en conjunto una canción muy simple, pero que todos puedan seguir al mismo ritmo. Si no tienes instrumentos, puedes utilizar objetos cotidianos como lápices o cajas para crear sonidos. ¡Que cada niño toque en su turno y que todo suene en armonía!
Consejo: Si no sabes qué canción tocar, algo sencillo como "Cumpleaños Feliz" o una canción conocida por todos será perfecto. Puedes ir guiándolos con un "director de orquesta" (tú o un niño) que marque el ritmo.
4. Reflexión Final y Relajación (5-10 minutos)
Para cerrar la actividad, siéntalos en un círculo y pon una canción suave y relajante. Pídeles que cierren los ojos y simplemente escuchen los sonidos. Puedes guiarlos a respirar profundamente y pensar en cómo se sintieron durante la actividad. ¿Qué emociones tuvieron al moverse o tocar los instrumentos? ¿Qué canción les gustó más?
Luego, dales tiempo para que dibujen en su hoja lo que sintieron durante la actividad. Pueden hacer un dibujo que represente una emoción o algo que les haya llamado la atención de la música.
Este tipo de actividad es fácil de realizar en cualquier clase, fomenta el aprendizaje y la integración, y crea un ambiente positivo y colaborativo entre los niños. ¡Espero que te sirva para tu próxima clase!